HISTORIA Y DEVOCIÓN: La Fiesta del Milagro en Mazarrón

17 de noviembre de 1585: el Milagro

Paqui Blaya Navarro – Miembro de la Archicofradía de la Purísima (Mazarrón)

Para poder conocer mejor el Milagro de Bolnuevo, es necesario que contextualicemos Mazarrón en aquella época.

En 1453, cae Constantinopla, por lo que los piratas turcos empiezan a asediar la costa mediterránea. Diez años más tarde, las minas de Mazarrón se encontraban en auge gracias al alumbre, mientras que en otros lugares se encontraban en declive. Dos fueron las familias nombradas por Enrique IV para el trabajo de ellas: los Marqueses de Villena y los Marqueses de Los Vélez. En 1492 tuvo lugar la Reconquista. Los marqueses fueron los encargados de mandar amurallar la zona de una forma un tanto peculiar. Se trataba de construir una tapia entre casa y casa, dejando solo dos entradas al mar: la puerta del Mar y la puerta de Murcia. En 1571, los mazarroneros se dispusieron a dar gracias a la entonces patrona, la Virgen del Rosario, por la victoria de los cristianos ante los turcos en la Batalla de Lepanto. Lo que ellos no sabían es que los argelinos, cuya costa encontramos a 80 kilómetros aproximadamente en línea recta desde nuestra costa, aprovecharían para asediar Mazarrón, llevándose con ellos riquezas y personas, utilizándolas como esclavos o prostitutas y usándolos como moneda de cambio. El 1 de agosto de 1572, Mazarrón recibe el privilegio de independencia de Lorca de mano del rey Felipe II, ordenando que se construyesen torres vigías a lo largo de la costa para evitar los constantes ataques que Mazarrón sufría debido a que un vecino del pueblo había luchado contra los piratas berberiscos en 1516 por intentar defender una isla ganada en territorio argelino por el Emperador Carlos V.

Lo que estos piratas no sabían es lo que les esperaba en unos de sus ataques, concretamente el 17 de noviembre de 1585: el Milagro.

Existen dos modos de entender el Milagro: la histórica, recogida en Nueve Declaraciones firmadas ante el escriba y el alcalde de la época, y la leyenda, que nació de la mente del fraile franciscano Fray Ginés García Alcaraz en 1764.

El Milagro recogido en las declaraciones nos cuenta lo siguiente.

La mañana del 17 de noviembre, el guardia que se encontraba en la Torre de los Caballos, se dio cuenta de que 7 galeotas escapaban por la playa de Piedra Mala y que habían dejado atrás armas y una bandera, conocida en la localidad como la “Bandera de los Moros”, la cual estuvo colgando del convento de la Purísima hasta finales del s. XIX. Avisó al pueblo para que se dieran prisa en ver que era cierto lo que decía, ya que era imposible que los piratas hubiesen entrado 5 kilómetros en el interior sin que ningún guardia se hubiese percatado. Es por ello que los mazarroneros se dirigieron a la Iglesia de San Antonio a agradecerle a la Virgen del Rosario el que los hubiese salvado de dicho ataque. A la salida de misa, la hija del sacristán de la ermita de la Purísima pasaba por la misma y se acercó a mirar a la Virgen por la ventana de la puerta cuando se dio cuenta de un hecho imposible. Su padre había puesto en la lámpara que iluminaba la ermita el aceite justo para la noche, pero para su sorpresa, no solo seguía encendida la lámpara, si no que estaba goteando aceite, habiendo casi 2 libras en la parte baja de la lámpara. La hija del sacristán corrió a avisar a su madre, la cual acudió de inmediato. Cuando se encontraba allí, decidió tocar la campana para alerta a la gente que salía de misa que algo estaba pasando. Al estar allí, oyeron un ruido que creyeron que provenía del Hospital anexo a la ermita. Cuando los sacerdotes de las dos iglesias, San Andrés y San Antonio, se decidieron a abrir la puerta. La sorpresa fue que la Virgen estaba sonrojada y sudando. El sacerdote de San Andrés cayó de rodillas exclamando: ¿No veis como suda Nuestra Señora? Y fue el único que se atrevió a coger corporales para secar aquella cara empapada. La gente, ante ese hecho, se agolpó dentro de la ermita, recogiendo el aceite con manos y vasos para untarlos en la cara y cuerpo, pues era un claro ejemplo de que estaban ante un Milagro de Dios, teniendo como intercesora a su Madre, la Purísima Concepción. El Milagro duró hora y media. En ese momento, se sacó a la Virgen en procesión, acompañada por todas las cofradías del municipio y visitando las dos iglesias, cantando el Te Deum. Desde ese día, el 17 de noviembre fue proclamado festivo para la posteridad en la Villa de Mazarrón. Además, este fue el motivo por el que la Virgen de la Purísima fue nombrada Patrona. Estos datos se encuentran en las nueve declaraciones, bajo juramento, tomadas por el alcalde, D. Juan Zamora Vivancos, y su teniente de alcalde, el capitán Ginés Pérez de Burgos, que hicieron ante el escribano Jorge Escobar, que daba fe. Los declarantes fueron: Patricia Lara, mujer del sacristán y encargado del Hospital; su esposo, Gaspar Martínez; Ginés Pérez del Monzón, Mayordomo de la Cofradía y Hospital de Nuestra Señora de la Concepción; Clemente García, sacristán de la iglesia de San Antonio; Juan González, alguacil de la Villa; Francisco de los Ríos, médico cirujano; y los vecinos Pedro León Rosique, Lucas Treviño y Rodrigo García de Escobar. Las declaraciones se encontraban en el Archivo del Ayuntamiento, pero hoy en día están desaparecidas, aunque afortunadamente se ha conservado su contenido gracias a haber sido impresas y publicadas en las hojas parroquiales de 1946 a 1950.

Recreación del Milagro, Santuario de la Purísima de Mazarrón © Fco Nortes

Por otro lado, tenemos la historia nacida de la mente de Fray Ginés García Alcaraz, la leyenda.

Todo arranca con un tal Mamí, argelino de origen, que en 1563 había sido aprehendido en Cartagena junto con otros piratas, pero logró huir y llegar hasta Piedra Mala donde lo detuvieron los guardias vigías. Estuvo sirviendo como esclavo en Mazarrón por un tiempo hasta que un vecino de la Villa, Juan Peñas, que tenía a su hermano en Argel, lo canjeó por el mismo. Morato Arraez, uno de los más temibles piratas conocidos en aquel tiempo, armó siete galeras con la intención de saquear la Villa de Mazarrón y decidió embarcar a Mamí, ya que le serviría de guía e informador de la Villa. Mamí sentía tanto amor por la Villa que mintió a Morato diciendo que Mazarrón estaba muy fuerte, que tenía mucho ejército y armas, cosa que era mentira y él sabía de buena mano. Siendo un desconfiado, envió Arraez a 2 espias al pueblo para que viesen que podían hacer. Se sentaron bajo una ventana y se pusieron a escuchar. “Yo tengo 12 caballos”. “Yo diez espadas”. Lástima que estos no entendiesen el castellano y pensaran que estaban escuchando lo que cada uno poseía, pues en verdad estaban jugando a las cartas. Para más inri, dos mulas se escaparon de un establo próximo, armando un ruido descomunal por las calles empedradas de la Villa, y el campanero, que era nuevo, hizo sonar los cuartos de las campanas de manera incorrecta. Así que los espías huyeron despavoridos, pensando en lo que poseían estos mazarroneros. La gente puso en entredicho lo que decía Fray Ginés, pero este continuó diciendo: los esclavos que eran liberados de Argel, al volver de su esclavitud, contaban como esto sucedía, así como que una bella doncella, de cara joven y muy blanca, resplandeciente, se les aparecía a los piratas para echarlos del municipio. No contento con ello, prosigue Fray Ginés diciendo que además del Milagro como se conoce por las 9 declaraciones, la Virgen tenía la cara girada a la izquierda, mirando a Piedra Mala; llevando el manto lleno de agua y arena, haciendo crecer azucenas por allí donde pisaba. Y en cuanto al aceite, dicen que los pescadores lo llevaban en la barca porque si había tempestad, una sola gota de aceite hacía que el mar se calmase, así como que si no pescaban, poniendo una gotita de aceite en el mar, eran capaces de pescar en abundancia.

Rostro de la antigua imagen de la Patrona

Hasta aquí el Milagro de la Virgen. Hubo que esperar hasta 1945 para poder empezar una nueva andadura en el culto a nuestra excelsa Patrona y en la celebración del día del Milagro, ya que esa fue la fecha en la que el párroco de la iglesia de San Antonio de Padua, para dar atención a la barriada de pescadores en Bolnuevo, tuvo la feliz idea de construir en las ruinas de la Torre de los Caballos una ermita en honor a la Virgen. Este mismo sacerdote, D. Jesús García, quiso organizar el 17 de noviembre de cada año una romería que conmemorase el Milagro de la Virgen. Era una romería humilde que festejaba ese acontecimiento y que ayudaba a construir la ermita proyectada a base de rifas y colectas extraordinarias en la iglesia de San Antonio y en Bolnuevo. En el año 1946 se colocaba la primera piedra de la ermita de Bolnuevo y se concluía en 1949. En el libro 58 de Bautismo de la parroquia de San Antonio de Padua, en el folio 83, D. Jesús escribe: “El día 17 de noviembre de 1949 fue un día grande y hermoso para Mazarrón. Se inauguró el Santuario y Monumento a la Purísima en Bolnuevo. A las siete y media se marchó en Romería todo el pueblo con sus autoridades acompañando a la Purísima hasta Bolnuevo. A las diez se bendijo la Iglesia y celebró la Sta. Misa el M. I. Sr. D. Ceferino Sandoval y predicó el M. I. Sr. D. Bartolomé Ballesta, ambos canónigos de la S. I. Catedral de Murcia. A las cinco de la tarde el Excmo. Sr. D. José García Goldazar, Obispo Administrador Apostólico de la Diócesis hizo la bendición del Monumento ante la presencia del Excmo. Sr. Gobernador, D. Cristóbal García, del Sr. Comandante de Marina de Cartagena, de las Autoridades todas de la localidad y del pueblo entero. J. García”.

La imagen actual, obra de Sánchez Lozano © Fco Nortes

Por la referencia encontrada en la Hoja Parroquial “Santuario”, que se publicó desde 1946 a 1950, sabemos que el día del Milagro de 1947, se celebró la Misa Solemne en la iglesia de la Purísima y por la tarde se trasladaban a Bolnuevo en una visita piadosa para canta la Salve a la Virgen en el lugar donde se estaba edificando la ermita. En la misma fecha en 1948, se celebraba por la mañana la Solemne Misa del Milagro con la asistencia de la Corporación Municipal y demás autoridades, y a las dos de la tarde salió la romería con la imagen de la Virgen desde la Plaza de San Antonio hasta Bolnuevo, rezando el Rosario por el camino. Al llegar a la ermita, se cantó una Salve solemne a la Virgen y después de descansar un poco en la playa, se inició el regreso con la Patrona a Mazarrón a las cinco y media. El 17 de noviembre de 1949, como ya queda reflejado en la hoja de bautismo anterior descrita, fue un acontecimiento más sobresaliente: salió la imagen de la Purísima de la iglesia del Convento a las siete treinta de la mañana en dirección a Bolnuevo por la carretera de las Moreras. A las diez y media, se bendijo la ermita y se colocó tras la misa, en su nicho, la imagen que se había llevado, pues el 4 de diciembre llegaría a Mazarrón la nueva imagen de la Patrona realiza por el conocido escultor D. José Sánchez Lozano. Por la tarde, se bendijo el Monumento a la Purísima que se había colocado en la Torre de los Caballos mirado hacia Piedra Mala. Los dos documentos por los que se solicita al Obispado todo lo acontecido se encuentran en el Archivo Parroquial. En 1950, se organizó otra vez la Romería pero con la imagen de Nuestra Señora de Fátima, que se quedó en Bolnuevo hasta el domingo día diecinueve, en que fue recibida en las Moreras y llevada a la iglesia de San Antonio. El año Mariano de 1954, no hubo romería porque el día de Milagro coincidió con la Visita Pastoral del Obispo Diocesano, que vino a celebrar un Solemne Pontifical con motivo de la festividad de centenario de la proclamación dogmática de la Purísima Concepción.

Antigua imagen © A.R.D.C Torre de Santa Elena

Como hemos podido ver, la romería del Milagro se celebraba siempre el día 17 de noviembre bajando de Mazarrón por la mañana y subiendo por la tarde, después de que los romeros hubiesen comido en la playa el bocadillo que portaban. Una vez terminada la ermita y fue colocada la imagen de la Purísima, a partir de 1951, en la tarde del domingo anterior al 17 de noviembre, los hombres de Bolnuevo la subían desde su ermita hasta las casas de las Moreras, donde la cogían los hombres del pueblo para conservarla en el municipio hasta el día del Milagro, el 17, que sería devuelta en romería a su ermita. Fue celebrándose cada vez menos, hasta que en 1970 se dejó de celebrar por falta de personas que participasen en ella y quisieran coger el trono. Pasados unos años, en 1975, D. Manuel Lorente, el párroco de la época, volvió a recuperar la romería, pero ya no en su fecha original, sino al domingo siguiente al día del Milagro, como actualmente se hace, ya que el sacristan de la ermita de Bolnuevo y un reducido número de hombres de allí, quisieron recuperar el culto en la ermita, ya que al dejar de celebrarse la romería, se había dejado de decir incluso misa, porque los curas decía que los fieles no iban. Los inicios fueron lentos y difíciles, pero con la constancia de los lugareños se vio premiada, ya que hoy se celebra la romería del Milagro con gran esplendor.

Son tres los municipios que tienen a la Purísima Concepción como Patrona: El Palmar, Yecla y Mazarrón. Pues bien, es Mazarrón la primera en venerar a dicha imagen como Patrona excelsa de la Villa desde 1585, hace 432 años, mientras en los demás municipios, su veneración es del siglo XVII. Además, es la única advocación mariana de estos tres municipios que ha realizado un vestigio milagroso que fue recogido en las nueve declaraciones antes explicadas, lo cual da fe de que se trata de un milagro documentado, tanto por la iglesia como por lo civil.

Bellísimo rostro de la Madre de Mazarrón © Fco Nortes

Es por ello las familias del municipio esperan ansiosos la llegada del 17 de noviembre para celebrar con ilusión las fiestas del Milagro, pistoletazo de salida para nuestras fiestas patronales el 8 de diciembre, día de la Purísima Concepción. Estos días son muy especiales para ellos ya que es una semana repleta de actividades. Se inicia el viernes antes del domingo anterior al día del Milagro con su pregón. Suele ser pregonada la fiesta por un vecino de Bolnuevo o relacionado íntimamente con la pedanía, siempre haciendo referencia a su relación con la fiesta por sus antepasados, por sus raíces pescadoras y por su devoción a la Purísima. Le sigue el siguiente día más importante, la subida de la Virgen. Las mujeres encargadas de engalanar a la Virgen la han dejado guapísima, con sus tirabuzones recién hechos y bien peinada. Con su ropa perfecta y todos sus complementos, para que luzca como lo que es, la más grande del municipio. La subida tiene menos afluencia de gente, pero cada vez se unen más devotos para acompañar a su Madre hasta Mazarrón. En las Moreras siempre hay gente esperándola para que llegue acompañada hasta el Jardín de la Purísima donde se encuentran las autoridades civiles y eclesíasticas esperándola para trasladarla a la iglesia de San Andrés, donde permanecerá una semana. Llegamos al día grande, el 17 de noviembre, el día del Milagro. Los mazarroneros se despiertan nerviosos. Ha llegado el día de conmemorar aquel día de 1585. A las 12 asisten a la Misa Solemne, donde el alcalde o alcaldesa renueva su voto a la Patrona, nombrándola Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Villa. A las 17 le sigue la ofrenda de comida y flores, en la que los lugareños bajan con sus claveles blancos que se les han dado en la Residencia de Ancianos al llevar alimentos para Cáritas Parroquial. Muchos de ellos visten de huertanos y huertanas. Al llegar a la iglesia de la Purísima, la Virgen del Milagro, la de Bolnuevo, ha sido trasladada allí, junto a la imagen titular de la iglesia. Se procede a la bendición del aceite de la lámpara de la Virgen, que es repartido entre los feligreses como señal de aquel vestigio de la lámpara. Para concluir el día tan ajetreado que llevan, se marcha en procesión por las dos iglesias titulares de la Parroquia, San Antonio y San Andrés, donde se celebrará la última misa del día. Y por fin, el día en el que los mazarroneros acogen a miles de personas que deciden acompañar a la Purísima de vuelta a su ermita a Bolnuevo. Las 7,30 de la mañana y ya hay gente en la puerta de San Andrés para iniciar la romería. No pasan más de 5 minutos de las 8 cuando la Virgen sale de la iglesia acompañada por el Himno Nacional y sus cantos típicos de los pescadores a la Virgen. Dos paradas son obligatorias: las casas de las Moreras, como lo hacía anteriormente en las primeras romerías, donde se da un chocolate caliente a los romeros y pescadores portadores de la Virgen para entrar en calor; y otra en la Desaladora Virgen del Milagro, donde se da un pequeño almuerzo a todo aquel que acompañe a la Virgen. Entre estas dos paradas, la Rondalla de Mazarrón la espera para dedicarle unos trovos. Al subir a la Zaira, muchos de los romeros que tomaban ventaja la esperan para cantarle la Salve, presentarle a los recién nacidos y llenarla de una lluvia de pétalos de rosas rojas. Este camino se hace muy ameno ya que van acompañados de charangas que tocan música festiva y hacen que el pueblo vitoree eso de “guapa, guapa y guapa” a la Virgen, sin faltar esas botas de vino para saciar la sed de los romeros. Al bajar esta cuesta, girando a la avenida principal de Bolnuevo, centenares de personas están esperándola, para terminar de acompañarla hasta la playa de Bolnuevo, donde se celebrará una misa de campaña y después se trasladará a su ermita, donde estará hasta el siguiente año. Cada vez son más los extranjeros que residen en Mazarrón o que incluso se desplazan para celebrar este día junto a los mazarroneros, atraídos por la fiesta de la romería, que concluye con una comida familiar en la playa, donde toman la tradicional moraga de sardinas realizada por los vecinos de la localidad.


YA DISPONIBLE EL PROGRAMA DEL SÁBADO PASADO
el 21 de noviembre nos vemos a las 21:30h en POPULAR TV


No solo se celebran estos días, sino que está llena de actividades esa semana: conciertos, visitas culturales para conocer el Milagro tanto en español como en inglés, ruta de la tapa, comidas de asociaciones, feria de día, feria para niños, talleres para niños…

Actual imagen a su llegada a Mazarrón

Esto conlleva que las familias pertenecientes a Bolnuevo están ansiosas de que lleguen sus fiestas para poder mostrar a su virgen, engalanándola y arreglándola para que luzca preciosa. Todo Bolnuevo se vuelca en la preparación de dicha festividad, mostrando su cordialidad y acogida a todos aquellos que los visitan en esas fechas. Pero no solo son ellos, sino que cada vez son más los mazarroneros y habitantes del Puerto de Mazarrón los que se desplazan allí para ayudar a los de Bolnuevo a preparar sus fiestas y hacer que todos aquellos que los visitan esa semana disfruten de esos días festivos junto a ellos, que cada vez son más, lo cual puede ser demostrado por la masiva afluencia y participación en la romería del domingo posterior al día del Milagro que aumenta por años. Esos días, la casa de cualquier habitante de Bolnuevo es la casa de cualquier visitante forastero, invitándolos a que puedan disfrutar de esta fiesta en la que el pueblo de Mazarrón al completo muestra su devoción a la Purísima Concepción, algo que ha sido inculcado en su cultura desde el nacimiento.

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